
El espacio de la plaza está dominado por la mirada materna de la Virgen con el Niño. Se trata de una gran copia en mosaico del icono del s. XV de la Mater Ecclesiae (Madre de la Iglesia) venerada con este título en el interior de la basílica, en la capilla de la Virgen de la Columna.
En el centro de la plaza se yergue el obelisco vaticano, coronado por la cruz salvífica de Cristo. Procedente del circo de Calígula y Nerón, hace vívido el recuerdo de la crucifixión de Pedro y de los suplicios sufridos por los primeros mártires romanos tras el incendio de Roma en el año 64.
© Fábrica de San Pedro